Al parecer todas las personas del mundo tienen una capacidad
celebrar que hay que
fortalecer diariamente lo cual se logra
atravez de las enseñanzas de los padres, escuelas , instituciones y
universidades pero las personas que entran a las escuelas a aprender, son
objetos educativos:
En
primera instancia se les obliga a entrar en la escuela con el empuje de sus
padres o del gobierno, esta persona no sabe el por qué tiene que ir para
algunos se considera como un suplicio y lo único que puede haces es que
tiene que seguir asistiendo a esta institución.
No sabemos en que momento es un
"objeto educativo" ejerce su libertad y es por su voluntad
convertirse en "sujeto educativo", aunque claro está que no todos los
"estudiantes" logran este gran paso.
A medida que esta persona va avanzando en
grados escolares, aparentemente puede escoger el tipo de profesión en la cual
desea especializarse, este momento puede llegar cuando tiene que entrar a la
preparatoria o a un bachillerato técnico, que dicho sea de paso, es obligado a
continuar por fuerza de la inercia, pocos son los estudiantes que se preguntan
"¿Por qué seguir?", pero encuentran la respuesta "Hay que seguir",
pero ésta persona sigue siendo un objeto, inmerso en el sistema, como algo
ajeno a su voluntad.
La acción educativa es por lo tanto una
acción de ayuda es el proceso de mejora personal del otro. La persona (sujeto
de la educación) es quien se desarrolla, por lo que existe una relación íntima
entre educación y persona. Estrictamente sólo se puede educar a las personas; a
los animales se les adiestra a base de estímulos; a las personas en cambio, se
les educa, ayudándolas a utilizar su capacidad de razonamiento y a ejercitar su
voluntad con responsabilidad.
Por otro lado la dignidad de la persona es
fundamental y está enraizada en su calidad de ser, con una naturaleza superior
al resto de los seres vivos.
Corresponde a los seres humanos llegar
libremente a ser mejores, edificarse a sí mismos y crecer desde el interior con
ayudas externas. Hacer de toda su vida un proyecto de desarrollo y acceder a la
superación a través de la práctica de las virtudes, es decir de buenos hábitos.
El hombre comparte la naturaleza de los
seres materiales, como las rocas; pero el hombre no es sólo material,
es algo más. Comparte también el ser de los vegetales y como ellos nace, crece,
se reproduce y muere. Pero evidentemente no es sólo un ser vegetal, es algo
más. Comparte también el ser de los animales: no sólo nace, crece, se reproduce
y muere, sino que se desplaza y como los animales, posee instintos y emociones.
Pero el hombre es algo más: vive inmerso en el universo y está relacionada su
existencia con los seres del macro y microcosmos, además del extraordinario
universo simbólico creado por otros humanos para ser, compartir y trascender.
Percibimos sin embargo, que el hombre es el
ser dotado de mayor dignidad en la naturaleza, por ser racional, por tener
inteligencia y voluntad libre. Existen estudios sorprendentes sobre la abeja o
el delfín, pero sólo del hombre podemos escribir una biografía individual porque cada persona es única e irrepetible.
Por esta diferencia esencial con los demás
seres que le rodean, podemos afirmar que el hombre es el rey del universo,
destinado a ordenarlo todo con su inteligencia y con el trabajo de sus manos, a
través de la técnica y de la ciencia.
Su misión es ordenar, no manipular, de aquí
la responsabilidad de una educación ecológica que le ayude a vivir en armonía
con la naturaleza para aprovecharla, pero no para explotarla irracionalmente.
Los animales hacen cosas maravillosas, pero las hacen por instinto y siempre
igual. De esta aproximación podemos concluir que el hombre es persona. La
persona es ese yo al que atribuimos todo lo que hacemos y pensamos.
A pesar de la variedad de elementos que lo
componen (físicos, psicológicos, intelectuales), el hombre posee unidad de
mando: es decir, un solo principio de operación. Es la persona quien responde
por las acciones realizadas es de aquí donde viene el término personalidad, de manera
que tiene personalidad quien ha sabido ordenar todas sus tendencias en la
unidad de mando por la razón, no quien se deja dominar por los caprichos
momentáneos.
La racionalidad, propia y exclusiva del
hombre, es lo que lo caracteriza dándole ese rango superior en relación con los
demás seres vivos. Situado en el tiempo y en el espacio, el hombre se ve
obligado a atender a las exigencias de su propia naturaleza, se manifiestan en
forma de necesidades. Mientras más básicas sean estas necesidades, se
expresarán con más intensidad.
Considerar a los alumnos como las personas
más importantes del Proceso de Enseñanza y Aprendizaje constituye la base
del "puerocentrismo", es decir de los enfoques que consideran al
estudiante como más importante que los profesores, que los directivos, que las
instalaciones, que el sindicato, que los planes y programas de estudio, etc...
Sólo desarrollando una educación de este
tipo lograremos trascender en nuestra labor educativa esto es el fundamento del compromiso con el saber ha
de buscarse en el sí mismo, es allí donde uno es consciente y responsable de su
conocimiento y de su ignorancia en donde los jueces universales del saber o la razón se
constituyen en nuestros verdaderos examinadores.
Por eso nos parece válido
preguntar cómo es posible conciliar el carácter público de la escuela con la
instancia examinadora, de carácter privado e individualista y no es menor la
relevancia de este punto en el análisis de la crisis educativa.
El alumno llega
a sentir que es su promedio en donde las calificaciones van configurando un derrota del cual es difícil sustraerse, sobre todo bajo esa visión cuantificadora
reforzada por una sociedad que premia a los sobresalientes.
En verdad esto es lo que buscamos o es para un
alto porcentaje de los alumnos, lo único que importa es el examen. ¿Quién
piensa en el conocimiento? Acaso la escuela sea un reflejo fiel de la sociedad
y en ese sentido contrariamente a lo que se cree, su cometido de preparar a
los individuos para desenvolverse eficazmente al finalizar sus estudios esté
operando correctamente.
Es decir que se prepara a los alumnos para competir
encarnizadamente, para rendir lo máximo posible y atender a su propio interés.
Se les enseña a reprimir lo máximo posible su subjetividad y se los introduce en las calificaciones , porcentajes , y promedios.
con todo este proceso nos podemos dar una idea de que al responder los exámenes con
preguntas puesto que es allí donde reside el espíritu crítico que nos
conducirá a una verdadera reflexión filosófica. "Para un espíritu
científico, todo conocimiento es una respuesta a una pregunta. Si no hubo
pregunta, no puede haber conocimiento científico" Por supuesto, se trata
de que las preguntas las formulen los alumnos mas no los mismos profesores.
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